martes, 6 de julio de 2010

Camacho y el presidente Lugo habían rechazado ley antiterrorista por su “extrema subjetividad”


Por Dionisio Arce Jara (*)
El Dr. Emilio Camacho (izq.), Fernando Lugo y el ministro del interior, Rafael Filizzola (foto de la Presidencia).
El doctor Emilio Camacho, asesor jurídico del presidente Fernando Lugo Méndez, había sido uno de los senadores que exigieron el rechazo de la ley antiterrorista aprobada por la Cámara de Diputados en mayo de 2007.
El ex senador había recomendado a sus colegas, en la sesión del 9 de agosto de 2007, rechazar la ley antiterrorista porque, de acuerdo al tipo penal copiado de la Ley 1160/97, quedaba “librada a la extrema subjetividad del juzgador, que deberá sentenciar según su real saber y entender...”, según la grabación de la sesión que obra en nuestro poder. Camacho ya estaba realizando una campaña política en favor del actual presidente Fernando Lugo, quien también había rechazado el proyecto sobre la base de este argumento.
Camacho había dicho en la Cámara de Senadores que el proyecto es lo más “desaconsejable” en materia de derecho penal, por lo que advirtió que, de sancionarse, será bastante peligroso para la población paraguaya. Manifestó que la remisión de hechos punibles ya establecidos en el Código Penal (Ley 1160/97) es un “ataque directo a la presunción de inocencia”. El otrora enemigo de la ley antiterrorista alertó que un obrero o un industrial fácilmente pueden ser acusados de terroristas (ensuciamiento y alteración de las aguas y contaminación del aire, artículos 197 y 198).
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¿Gobierno esperará abusos para pedir derogación de ley?
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Camacho justificó ayer, en reunión de prensa, la promulgación de la ley antiterrorista (Ley 4024, del 24 de junio) al señalar que el Paraguay cumple las exigencias de los organismos internacionales (las Naciones Unidas y el Comité Interamericano Contra el Terrorismo de la Organización de Estados Americanos, luego del atentado del 11 de setiembre de 2001 a las Torres Gemelas).
Sin embargo, se cuidó en aclarar que todos los hechos punibles tipificados como terrorismo ya están establecidos en el Código Penal (Ley 1160/97). Además, la ley que promulgó Lugo viola el principio de legalidad, que está establecido en la Constitución del Paraguay. Es decir, las conductas sancio- nadas no están estrictamente definidas por la Ley 4024/10.
Si se nota que hay una autorización perversa de esta potestad, y con ello se pretende perseguir los derechos humanos, el Ejecutivo será el primero en presentar un proyecto de modificación o de derogación, si es necesario”, según transcribe la página web de la Presidencia de la República de las declaraciones de Camacho en reunión prensa de ayer (ver página de Presidencia y en ABC Color).
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Calé calificó a Camacho de “monaguillo”

Juan Carlos (Calé) Galaverna, en la sesión del 9 de agosto de 2007, había calificado a Camacho de “monaguillo” de Lugo. De esta manera daba a entender, una vez más (ver ABC Color), que la conducta política del ex senador estaba determinada por el capricho del entonces candidato a presidente de la República.
La exposición de Galaverna sirvió para que finalmente los senadores enviaran al archivo el documento aprobado por Diputados. Calé dijo a sus colegas que el proyecto de ley antiterrorista, incluido en el documento de modificación del Código Penal, no estaba previsto.
Me huele a una entrada por la ventana en vista al poco éxito de la ley especial antiterrorista (proyecto presentado en el 2002 por presión de Estados Unidos). Si estoy equivocado, que me perdonen el Dios del cielo y el Dios que tiene su sede en Washington”, señaló Calé.
El asesor presidencial, al parecer cumplió de nuevo el papel de “monaguillo” de Lugo porque avaló la decisión del presidente de presentar en la Cámara de Senadores el mismo proyecto del 2007.
Lugo había enviado a la Cámara de Senadores el viejo proyecto de ley a fines de noviembre de 2009 por presión de los ultraderechistas del Parlamento Nacional. Además, estaba pendiente de solución favorable el caso Fidel Zavala, supuestamente secuestrado por el fantasmagórico Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Sin embargo, Lugo retiró el proyecto por presión de los partidos de izquierda y de organizaciones de derechos humanos el 10 de diciembre de 2009. Para confirmar su doble personalidad y su política zigzagueante, el presidente presentó de nuevo el 21 de ese mes el mismo documento que había rechazado en el 2007.

Publicado por www.sindicatodeperiodistas.org
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(*) Periodista del diario ABC Color y secretario de Interior del SPP

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