martes, 6 de julio de 2010

Niño que nació con abdomen “perforado” murió y sería secuela de agrotóxicos


Manifestación de campesinos contra los sojeros realizada el 7 de noviembre de 2007 en Asunción. El envenamiento sistemático por agrotóxicos es un problema social grave.
Un niño que había nacido el 3 de mayo de 2010 en la comunidad de La Victoria, distrito de Yasy Cañy (Departamento de Canindeyú) murió el 10 de ese mes en el Hospital Nacional de Itauguá como consecuencia de una malformación congénita conocida como “gastrosquisis”, que es un defecto del cierre de la pared abdominal, debido al cual deja expuestos los intentinos y otros órganos.
Esta información fue difundida a través de internet por la organización no gubernamental BASE IS, pero no tuvo repercusión en los grandes medios nacionales. La ONG señala que esta malformación congénita no es frecuente y que una de las probables causas es la exposición de la madre a agroquímicos, según indican varios estudios del extranjero (ver nota sobre el caso).
La información señala que la comunidad La Victoria se encuentra cerca de una plantación de soja transgénica, de más de 5.000 hectáreas. Las familias vienen sufriendo desde hace años los impactos de la aplicación constante de agrotóxicos. A principios de 2008, según un estudio realizado por médicos del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y técnicos de BASE IS, unas 75 personas presentaban síntomas de intoxicación aguda (dolores de cabeza, daños en la piel, vómitos).
Falta de salud, agrotóxicos y censura periodística

La madre del niño fallecido, Olga Aguilera, vive en la casa de sus padres a tan solo 250 metros del sojal, según la ONG. “Entre noviembre de 2007 y febrero de 2008 al menos seis miembros de su familia sintieron constantes síntomas de intoxicación aguda luego de las fumigaciones de la soja”, señala el escrito de la organización enviada al “basurero digital” por los periodistas de varios medios.
El niño que falleció en el Hospital de Itauguá, cuyo padre es Librado Bogado, había nacido prematuramente con 35 semanas de gestación. El mismo había informado que su mujer no pudo hacerse los controles prenatales por no contar con medios económicos para trasladarse hasta el hospital más cercano de Canindeyú. Manifestó que en la zona de La Victoria no hay un centro de salud con capacidad para brindar esos servicios básicos.
Por ello, no se pudo detectar el defecto que estaba padeciendo el niño en su etapa de formación. Si estos servicios de asistencia prenatal hubieran estado garantizados, se podría haber programado el tratamiento médico necesario al momento del parto, con muy poco margen de riesgo para su salud”, según BASE IS.
La mujer no pudo realizarse los controles prenatales debido a que vive en condiciones de pobreza, como miles de madres paraguayas. La ONG informó que Bogado estaba trabajando en Ciudad del Este y su salario rondaba los 600.000 guaraníes mensuales.
Este tipo de información negativa que afecta la imagen de los poderosos sojeros no son publicados con frecuencia por los grandes medios del Paraguay, como ABC Color, que inclusive niega el poder destructivo de los “agrotóxicos”. El diario del empresario Aldo Zuccolillo prohibe a sus periodistas utilizar este término en caso de que no pueda evitar la publicación de una denuncia de intoxicación(la palabra autorizada por el diario es “agroquímico”).
La anterior grave denuncia de la supuesta fumigación aérea ilegal afectó a nativos ava guarani de Itakyry, Departamento de Alto Paraná. Esta comunidad denunció que un productor sojero brasileño los había fumigado dentro del contexto de lucha por la posesión de la tierra. El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y el Instituto Nacional del Indígena aseguraron que los indígenas fueron intoxicados, pero este caso luego se fue diluyendo con el resultado de un estudio de un laboratorio. El diario ABC Color no perdió la oportunidad para atacar al gobierno de Fernando Lugo, quien había dicho ante Naciones Unidas que los sojeros contaminadores son “terroristas”, de manipular el caso contra los productores.

Publicado por www.sindicatodeperiodistas.org

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