No necesitamos comer “jopara” todos los días, pero igual espantamos al “karai octubre”. Espantamos a los malos espíritus, al triglicérido, al colesterol, a la diabetes. Hoy se conmemora el día mundial del adulto mayor y este señor demostró que aún es joven. Está lejos de la tercera edad. Es decir, lejos de ser etiquetado como una persona con achaques. Se arriesgó, como muchos ciclistas urbanos, a viajar en dos ruedas sobre la calzada de la congestionada avenida Eusebio Ayala. Le pesqué con mi cámara justo cuando cruzaba por debajo del viaducto ubicado en Madame Lynch.
No tuve tiempo de preguntarle su nombre, su edad, dónde vive y qué actividad desarrolla. Es que a eso de las 7:00 AM también andaba apurado por llegar al diario ABC Color de Asunción, pero sin mi bici Phoenix, sino caminando como un “Road Runner” o correcaminos. Por supuesto, no como el personaje de la serie de Chuck Jones y Warner Brothers.
"Lady in red" en bici en el día del adulto mayor.
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El 24 de setiembre pasado se cumplió un año de mi decisión de andar de nuevo en bici, después de unos 40 años. Escribo esta nota porque el miércoles pasado, por Radio Fe y Alegría, un señor llamó al programa del periodista Ramón Casco (13:30 a 15:00) para quejarse de la decisión del Viceministerio de Transporte de hacer obligatorias las “paradas obligatorias” de los ómnibus. El señor que llamó a la radio dijo ser una persona de la tercera edad. Aseguró que ya no podía caminar 200 metros de distancia. Mucho menos 500 o 700 metros para alcanzar una parada obligatoria de ómnibus.
El 24 de setiembre pasado se cumplió un año de mi decisión de andar de nuevo en bici, después de unos 40 años. Escribo esta nota porque el miércoles pasado, por Radio Fe y Alegría, un señor llamó al programa del periodista Ramón Casco (13:30 a 15:00) para quejarse de la decisión del Viceministerio de Transporte de hacer obligatorias las “paradas obligatorias” de los ómnibus. El señor que llamó a la radio dijo ser una persona de la tercera edad. Aseguró que ya no podía caminar 200 metros de distancia. Mucho menos 500 o 700 metros para alcanzar una parada obligatoria de ómnibus.