La operación de la planta de aluminio generará empleos para 7.050 personas. El Ing. Ricardo Canese dice que la industria nacional puede crear hasta 201.600 puestos de trabajo usando la energía que requiere Río Tinto Alcan.
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Diego Zavala (hermano de Fidel, ganadero secuestrado por el EPP) y Bernardo Navarro (funcionario del Ministerio de Hacienda) aseguran que el proyecto de Río Tinto Alcan, de invertir 3.500 millones de dólares para producir 670.000 toneladas de aluminio por año, traerá más crecimiento económico que seguir vendiendo energía de la Itaipú Binacional al Brasil.
“Es un hecho usual en el mundo el bajo impacto económico de depender de regalías provenientes de recursos naturales. Se está desperdiciando una gran oportunidad”, señala una presentación de Zavala y Navarro, miembros del Equipo de Trabajo Interinstitucional (ETI) creado por decreto 5938 (enero de 2011) para estudiar la propuesta de la multinacional.
Los mismos disertaron sobre el proyecto Río Tinto Alcan en una audiencia pública realizada el 19 de diciembre. “Lograr el crecimiento orgánico de la industria nacional requiere de políticas agresivas de promoción, y aún así es incierto. Actualmente, las empresas ya tienen muchos beneficios fiscales, por lo que abaratar la energía puede no tener impacto. Lograr un consumo de 1.100 MW puede requerir décadas”, según Navarro, quien aseguró que vender la energía excedente a terceros países no es una opción válida debido a las dificultades de llevar este producto hasta los consumidores en los países vecinos.
No obstante, si Paraguay sigue vendiendo energía al Brasil o a otros países vecinos no elimina la posibilidad de aceptar el proyecto de Río Tinto Alcan, pero con modificaciones que irán apareciendo durante las negociaciones. Zavala y Navarro proponen al gobierno que la cesión de energía sea hasta el 2035, año en que se podrá renegociar con la multinacional.
Los mismos señalaron que la inversión generaría un impacto del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) y llegaría al 50 por ciento de las exportaciones paraguayas del 2010. Además, el Parque Industrial a instalarse alrededor de la planta (cuya localización no está definida, pero sería cerca del río Paraná) elevaría considerablemente el impacto económico por la generación de mano de obra. Sin embargo, “las industrias procesadoras de aluminio no se instalan donde hay productoras de aluminio primario”, sino donde hay grandes mercados, como EEUU y Europa, según el Ing. Ricardo Canese (datos de la CRU Strategies).
Zavala dijo que en materia de impuestos y tasas que pagará la multinacional al Estado paraguayo, que dependerá del régimen que resulte de las negociaciones, sería de unos US$ 139 millones, según análisis realizados en el modelo de simulación. Manifestó que el precio de venta de la energía, impuestos y tasas deberán ser negociados como un paquete.
Uso de energía se adelanta en cuatro años
“La fundición de aluminio de 1.100 MW adelantaría los requerimientos de nuevas fuentes de generación entre 3 y 4 años. En escenarios de crecimiento alto, la capacidad de generación actual y los proyectos previstos aseguran el suministro hasta por lo menos el año 2035”, señala la presentación de Zavala y Navarro.
Zavala dijo que el impacto económico de la construcción de la planta de la empresa tendrá un impacto similar a que tuvo la construcción de Itaipú. El beneficio de la obra de la binacional fue por unos años y lo mismo será en el caso de la fundición de aluminio, pero con la diferencia de que ésta requerirá mucha mano de obra por décadas, hecho que se debe sumar el impacto de la instalación de procesadoras del material ubicados en un parque industrial.
La presentación de abajo es la conclusión de Zavala y Navarro sobre el dilema de seguir vendiendo energía eléctrica al Brasil o a Río Tinto Alcan.
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