José Maria Quevedo, periodista de radio Ñanduti, muestra la página de ABC Color del 16 de julio de 2016 donde se hace un pésimo foto-montaje para justificar la sentencia arbitraria del Poder Judicial.
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El dirigente campesino ya fue “condenado” por el citado diario y los demás medios de comunicación masiva, en especial ABC Color, por lo que el juicio fue un mero trámite formal para enviar a la cárcel a un inocente.
La citada foto de nuevo había publicado ABC Color en su edición del 16 de julio de 2016 para apoyar la sentencia arbitraria del Tribunal. El diario asegura que las fotos tomadas por el asesinado periodista Pablo Medina, el día de la masacre, “desmienten a condenado” (Rubén Villalba).
Quevedo realizó una charla anoche frente al edificio del Palacio de Justicia para informar el resultado de su investigación de informaciones publicadas por los medios y la fundamentación de los jueces que integraron el tribunal del caso de la masacre de Curuguaty.
Quevedo fue claro al señalar que ABC Color realizó un montaje fotográfico para afirmar falsamente que la persona de remera roja (ver foto) es en realidad Avelino Espínola Díaz, alias Pindu, uno de los asesinados. El diario asegura que este campesino “estaba en la primera fila, pero que cayó muerto con una campera verde (debajo tenía una remera roja), un quepis, tapabocas y que sí tenía solo una hondita en su bolsillo”.
El diario, cuyo director es Aldo Zuccolillo, no explica cómo el campesino que estaba en “primera fila” con remera roja pudo tener tiempo para colocarse una campera verde durante la balacera o bien minutos antes. Quevedo informó que la Fiscalía sostuvo que el hombre de la remera roja, de la famosa fotografía publicada inicialmente por Ultima Hora, es Rubén Villalba. Sin embargo, la imagen corresponde a “Freddy Villalba”, otro campesino que estuvo en las tierras de Marinacue, oriundo de la localidad de Bella Vista, Yhu, según el periodista de radio Ñanduti. Freddy no es pariente del dirigente condenado a 35 años de cárcel y su nombre está en la lista de la comisión vecinal que la Fiscalía utilizó para acusar a otros campesinos de invasión de inmueble.
La nota del diario del 16 de julio, en dos páginas, tiene contradicciones porque también dice que la “elevada sentencia que le impusieron, de 35 años en total, se debe precisamente a que los fiscales probaron que fue Rubén Villalba el hombre del abrigo rojo que mató al policía Lovera, y no Avelino Espínola. Además, la contextura física del tirador coincide con la fisonomía de Rubén Villalba y no con el cuerpo más longevo de Pindu”.
Debido a que es difícil identificar a Rubén Villalba en la foto, la Fiscalía General también basó su acusación en base a testimonios de los policías que participaron del intento de desalojo de los campesinos de las tierras de Marinacue. Sin embargo, Quevedo demostró que ninguno de los uniformados citados por la Fiscalía como testigo pudieron indicar, en forma inequívoca, que el condenado es la persona que supuestamente mató con una escopeta a Lovera.
Rafaela Guanes de Laíno, presidenta de la Fundación Gondra (der.), presentó el trabajo del periodista José María Quevedo.
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