La feria de comida organizada por ONGs y comisiones vecinales debe ser permanente en Palma, pero seguro que los comerciantes, como los dueños del Lido Bar y el Bolsi, se opondrán porque dirán que será competencia "desleal". Así se veía la calle desde el sábado hasta ayer.
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Creo que fue el exintendente José Luis Alder Ibáñez (1989-1991) fue quien decidió liquidar la tradiciional “palmeada” para beneficiar a los automovilistas, quienes constituyen hoy, junto con los motociclistas, los amos y señores de las calles y rutas del país.
Un artista hizo su agosto el sábado pasado en Palma.
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El sábado estuve paseando en mi bici por la calle Palma y Estrella y pensé que la ciudadanía debe organizarse para exigir al intendente Mario Ferreiro y la Junta Municipal para que la calle Palma sea de nuevo peatonal y para siempre. No solo debe ser espacio para la gente a pie, sino para ciclistas.
Los indígenas, los más pobres entre los pobres, deben tener un stand permanente en calla Palma.
El ex intendente Arnaldo Samaniego intentó renacer esta vieja tradición cerrando el paso a los vehículos solo los sábados y en ocasiones especiales. Autorizó inclusive a varios artistas a pintar el pavimento para que la calle sea más amigable para la gente. Había ordenado cerrar la calle solo unas cuadras para no confrontarse con los autoritarios empresarios de la calle Palma.
La mentira de Aso Palma
Los exintendentes Carlos Carlos Filizzola, Martín Burt, Enrique Riera y Evanhy Troche de Gallegos también habían prometido convertir la calle Palma exclusivamente peatonal. Como siempre, los empresarios de Aso Palma y la prensa, en especial el diario ABC Color, fueron los que presionaron para que este loable y saludable proyecto no se haya concretado hasta hoy. El intendente Ferreiro ni siquiera ha hablado del tema y no recuerdo si está entre sus promesas de gobierno. Al menos no lo he escuchado y sería porque ninguno de los periodistas amigos no lo han preguntado.
Los empresarios que se oponen a la peatonización definitiva de calle Palma alegan, como siempre, que el tránsito será más caótico en las calles adyacentes y que perderán clientes porque la gente no quiere caminar ni tan solo una cuadra. El tránsito no se volverá más caótico en Estrella y Presidente Franco porque la municipalidad puede disponer, en las horas pico, de inspectores para dirigir el flujo de vehículos y peatones en cada intersección. Además, es falso que la gente no quiere caminar. Si no es así, por qué los negocios vendían mucho más en la época de Stroessner cuando la calle era peatonal los sábados?. Todo el mundo caminaba desde la Plaza Uruguaya hasta Colón. La supuesta haraganería de la gente para caminar es una gran mentira. Es más hoy en día caminar, trotar, pasear en bici o hacer ejercicio en un gym es una gran moda desde hace años porque la vida en la ciudad es más estresante.
En la época del dictador Alfredo Stroessner, pasear por calle Palma o “palmear” era lo máximo para la gente de todas las edades. No importa si hacía frío o calor. Lo importante era disfrutar con la familia de una buena caminata desde la Plaza Uruguaya hasta la calle Colón visitando los tradicionales negocios, entre ellos La Riojana, Martel, Miramar, zapatería Montgomery, Optica Carrón y Visión y otras tiendas que no recuerdo.
Disfrutar de un buen helado en Bertúa era lo máximo. También era una buena ocasión para estrenar ropa nueva (zapato, camisa y pantalón de vestir). Por supuesto, esto estaba reservado para gente que podía pagar, ya que la pobreza de un sector de la población es endémica en nuestro país. En el año 1976, cuando terminé el colegio, era una tradición entre los perros ir en manada a Palma solo para matar con los ojos a las hermosas chicas que palmeaban.
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