jueves, 1 de mayo de 2014

Madres aseguran que sus hijos fueron asesinados por guardias del penal de menores

Avelina Duarte (izq.), madre de Néstor Duarte, y Sofía Rojas, madre de Francisco Daniel Insfrán, pidieron justicia por la muerte de sus hijos en el correccional de Itauguá.
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Madres de los jóvenes asesinados por guardiacárceles del penal de menores o Centro Educativo de Itauguá exigieron hoy justicia frente al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. La manifestación organizada por la Corriente Sindical Clasista (CSC) llegó hasta el local de esta cartera de Estado, situado en Herrera y Paraguarí de Asunción. 

Centenares de personas acompañaron y apoyaron a Avelina Duarte, madre de Néstor Duarte, y a Sofía Rojas, madre de Francisco Daniel Insfrán Rojas. Estos jóvenes fueron asesinados a sangre fría, ya que no participaron directamente del motín que se produjo el 21 de abril, según Avelina. Esta aseguró que su hijo fue asesinado por los guardias en el momento en que estaba en su celda. Las madres exigieron que la ministra de Justicia, Sheila Abed, impulse ante el Poder Judicial el esclarecimiento de la muerte de los jóvenes, en el sentido de que exija a la Cámara de Apelaciones cambiar la calificación del hecho punible como “asesinato doloso”.

Los guardiacárceles imputados son Ignacio Franco Fernández y Juan Carlos Saucedo Jara. La jueza de garantías de Capiatá, Norma Salomón, concedió la libertad ambulatoria a los guardias porque la Fiscalía General calificó al hecho luctuoso como “homicidio culposo”. No obstante, los sindicalistas dijeron que, sin lugar a dudas, fue un homicidio doloso. 

El viceministro de Justicia Éver Martínez había confirmado a los periodistas que los guardias del Centro Educativo de Itauguá usaron balas reales y no perdigones de goma. Los guardias supuestamente dispararon, sin saber que las escopetas tenían balas de metal, para salvar de una agresión, por parte de los presos, al director del penal, Julio César Bogado. Este fue destituido por el Ministerio días después del sangriento motín, que se produjo porque los jóvenes presos no querían someterse a la disciplina del penal. Se revelaron porque el exdirector dispuso que la hora de descanso nocturno debe comenzar a las 22:00 horas.

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