El Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) condena y repudia otro nuevo atentado que sufrió el periodista Secun- dino Silguero Rodas, de Radio Panambí Vera de Villarrica y corresponsal del Diario La Nación y de Crónica y Radio 970. El domingo a la madrugada desconocidos dispararon contra su auto que estaba estacionado en su vivienda. En la madrugada de hoy, de nuevo delin- cuentes disparon contra la fachada de su casa.Silguero Rodas (foto) dijo que esta vez dispararon en forma directa contra su dormitorio. Señaló que balines de escopeta se incrustaron en la ventana de su domicilio, ubicado en el barrio Lomas Valentinas de la capital departamental, distante a 179 km. al este de la capital de Asunción.El lunes pasado el periodista denunció que, al llegar a la radio, se percató que su auto tenía rastros de haber recibido varios disparos de arma de fuego. Los policías verificaron el auto y encontraron restos de balas.
Los uniformados luego se trasladaron al domicilio de la víctima y, tras realizar una inspección, se percataron que en la pared de la vivienda del vecino, propiedad de la familia Santander Irala, habían también tres impactos de balas de similares características. Levantaron más evidencias para enviar al laboratorio a fin de realizar los análisis respectivos para intentar identificar con veracidad el calibre del proyectil.
Este tipo de amenaza muestra la completa inseguridad en que vive el país, pues aún habiendo existido denuncia del primer atentado y pudiendo ser relacionado con su trabajo periodístico, la policía nacional no previó absolutamente nada para resguardar, por lo menos, el domiclio del comunicador.
Según las presunciones, esta reacción violenta vendría como consecuencia de dos actividades periodísticas realacionadas a dos homicidios: 1) La cobertura de de la reapertura de un juicio por homicidio ocurrido en la ciudad de Iturbe hace más o menos dos años y que involucró al policía Magno Ferreira, quien fue condenado a cuatro años y seis meses y 2) La condena de otro policía a 15 años de cárcel de nombre Bartolo Ayala, por haber sido encontrado culpable del homicidio de Adán Dávalos Gallinar. Este hecho ocurrió como consecuencia de una persecución por desórdenes generados en una estación de servicio de Mbocayaty (5 km. de Villarrica). En la ocasión fueron tres los jóvenes perseguidos por Ayala y otros dos policías, del que resultó muerto Dávalos Gallinar.
Con posterioridad, en un banco de plaza de Villarica, Silguero fue abordado por un funcionario judicial, a quien lo tiene identificado, cuando éste le mostró la publicación del diario Crónica. En essa ocasión, le preguntó si fue el quién escribió el artículo, respondiendole afirmativamente, retirándose el personaje con una actitud amenazante y mostrandole el puño de la venganza.
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