Afiche de las elecciones del 2013. El senador Juan Carlos Galaverna fue el factotum para que el cambio del estatuto de la ANR para que Horacio Cartes sea candidato a presidente de la República.
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La destitución de Fernando Lugo de la Presidencia de la República se ajustó a lo que establece el artículo 225 de la Constitución Nacional. Sin embargo, desde el punto de vista político, había sido un golpe de Estado cuyo telón de fondo fue la orquestada masacre de Curuguaty. Los políticos, empresarios y parlamentarios, que planificaron el juicio político del 22 de junio de 2012, instalaron el escenario para la “tercera reconstrucción” del Paraguay o Nuevo Rumbo. El presidente Horacio Cartes fue el elegido para iniciar este cometido.
El proyecto de enmienda constitucional para permitir la reelección del actual titular del Poder Ejecutivo ya se habría orquestado con los miembros del Partido Liberal Radical Auténtico en el golpe del 2012. Es una hipótesis aceptable en el mundo político donde impera la corrupción. Cartes es uno de los presidentes más impopulares de América Latina y está repudiado por la mayoría de los paraguayos, según encuesta. Eso no importa. Si a platazo logró que se cambie el Estatuto de la ANR para ser candidato de las elecciones del 2013, a platazo puede ser reelegido como presidente de la República.
La prensa stronista y los periodistas estrella instalaron el proyecto enmienda en la opinión pública hace más de un año. Hay mucho rechazo de la gente, según una encuesta. En la sesión del miércoles, los diputados colorados y liberales llegaron al clímax del supuesto conflicto político con miras a las elecciones generales del 2018. Solo los cretinos sueñan que el PLRA puede ganar a la ANR en una puja electoral sin una alianza con los partidos de izquierda y movimientos independientes anticolorado. Los que están mal de la cabeza también pueden idealizar un nuevo matrimonio de conveniencia entre los liberales y los líderes del Frente Guasu.
El golpe de Estado contra Lugo fue una grave traición al acuerdo político del año 2007 entre el PLRA y los izquierdistas encabezados por el exobispo. Así que una nueva alianza entre estos sectores es impensable. Los parlamentarios y dirigentes del centenario partido y del Frente Guasu saben que esta realidad política puede ser irreversible. Soñar no cuesta nada: el exobispo, de nuevo candidato a Presidente y un liberal como Vicepresidente para el 2018. O bien esta fórmula: un liberal como número uno y Lugo, como segundón o en el cargo florero.
La ANR podría permanecer de nuevo en el poder varias décadas CON O SIN la modificación del artículo 290 de la Constitución Nacional. El tema del momento es el afán de los cartistas de lograr la enmienda para posibilitar la reelección de HC. No obstante, si no lo logran, otro “pato Donald” colorado ganaría las elecciones generales del 2018. La Constitución puede ser modificada por vía de la enmienda en el caso de la reelección del titular del Poder Ejecutivo. La Cámara de Senadores ya rechazó y archivó en agosto pasado y no puede ser tratado por la de Diputados. Está claro en el artículo 290 de la Carta Magna, pero los liberales presentaron nuevo proyecto para “archivar” lo que ya está archivado. No les parece sugestivo?
Show mediático de los “gatos liberales”
“No sabemos si se están peleando o se están procreando”, había dicho el senador liberal Miguel Abdón Saguier al asociar los conflictos entre líderes del Partido Colorado con la vida de los gatos. Ese comentario lo hizo durante las internas para elegir al presidente de la ANR. Hubo una intensa confrontación verbal entre los adversarios. El diputado Pedro Alliana, apoyado por Cartes, ganó las elecciones del 26 de julio de 2015. Desde esa fecha, no terminan las peleas mediáticas entre los cartistas y los supuestos disidentes, encabezados por los senadores Mario Abdo Benítez, Juan Carlos Galaverna.
El comentario de Saguier se puede aplicar también a los miembros del PLRA. La confrontación entre el grupo del senador Blas Llano y del exministro del MOPC, Efraín Alegre, no son más que relaciones carnales entre “gatos liberales”. Llano apoyó el juicio político contra Lugo y Alegre, que fue expulsado como ministro porque había hecho campaña desde su cargo para las elecciones del 2013, no hizo nada para salvar al “gobierno del cambio” y su proyecto político. Hay gato encerrado en el afán de los diputados liberales de reestudiar el plan de enmienda violando la Constitución.
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