Isabelino Martínez disfruta de la pesca en el tajamar de su suegro, don Félix Gómez, en Acuña de Figueroa (Altos, Cordillera). Este ejemplar lo devolvió al agua porque era pequeño. La veda está vigente, pero la acuicultura familiar está permitida.
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La Cámara de Senadores aprobó el jueves pasado un proyecto para derogar la Ley 3191/07, “que prohíbe la pesca, extracción, recolección y acopio para su posterior comercialización de la especie salminus maxillosus, de nombre común pez dorado”. Esta ley tiene su vigencia hasta abril de 2012, pero la Cámara Alta extendió su vigencia por otros tres años. Es decir, no permite la pesca con fines comerciales, pero la Cámara de Diputados había resuelto el 27 de octubre levantar la veda, según propuesta de los diputados Juan Roberto Espínola (ANR) y Hugo Capurro (PLRA).
Estos dijeron que hay superpoblación del dorado, pero solo tenían información dada por los pescadores de Ayolas y Villa Florida. Manifestaron que el dorado es un depredador natural en los ríos, por lo que su número ahora ya es una amenaza para las otras especies, dando a entender que la naturaleza no es tan sabia como para equilibrar el ecosistema. Por eso necesita el apoyo de los legisladores.
El proyecto aprobado por la Cámara Alta permite la pesca deportiva y con fines científicos. El senador Marcelo Duarte dijo que esto paliaría el problema de la veda total, según la Ley 3191/07. El proyecto de los diputados no se aprobará en Senadores. La Secretaría de Medio Ambiente (SEAM), que nunca hizo un estudio de la población del dorado, debe hacer la investigación, según la propuesta legal.
El diputado Sebastián Acha había advertido que no había un estudio sobre la población del dorado, según informe que recibió de la SEAM. Por eso propuso que la autorización de la pesca sea solo por un año, mientras tanto se realicen las investigaciones necesarias. Esto no convenció a sus colegas. El senador Duarte también dijo a sus colegas que no hay estudios sobre la especie.
Cuatro años para reproducirse
El senador Roberto Acevedo Quevedo había presentado el proyecto de ley. “El dorado obtiene su madurez reproductiva a los cuatro años, aproximadamente, en un ambiente puro no poluido ni contaminado. En este punto nos damos cuenta que la ley vigente, apenas en sus cinco años de vigencia, otorga una protección a una generación de estos peces. Por lo tanto, debemos ampliar esta protección por lo menos cinco años más”, señala la nota del legislador.
“Debemos tener en cuenta que la forma generalizada de pesca en nuestro país es devastadora, ya que la forma en que se realiza es criminal, utilizándose redes, mallones, redes de espera con medidas inferiores a las permitidas, patos (ESPINEL FLOTANTE) a pesar de estar prohibida por Ley. El pez puede sobrevivir y adaptarse con relativa facilidad a los cambios naturales de su hábitat, pero le es imposible hacerlo y reproducirse, al interferir en forma indiscriminada el hombre”, según Acevedo.
Ismael Méndez (izq.) y Carlos Fraga, pescan en el tajamar familiar en la colonia Acuña de Figueroa, Altos.
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