domingo, 16 de enero de 2011

Las violaciones de derechos de trabajadores de Canal 9 y los cebollones del EPP

Los miembros del fantasmagórico EPP son bastante huidizos como el Pombero: todo el mundo habla de ellos, pero nadie lo ha visto. La amenaza a Canal 9 fue una noticia bomba a nivel nacional e internacional.
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La Comisión Directiva del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP), expresa su plena solidaridad con las compañeras y los compañeros trabajadores del Canal 9 y en especial con las y los colegas periodistas, afiliados a nuestra organización. Ellas y ellos sintieron la amenaza a su seguridad física debido a la explosión de una potente bomba de estruendo en las afueras del edificio de esa empresa.
El SPP rechaza la violencia como método de dirimir las diferencias o como respuesta a la violencia que significa violar flagrante e impunemente las libertades y los derechos de los trabajadores consagrados en las leyes paraguayas, en los convenios internacionales y en la Constitución Nacional.Y nos expresamos de esa forma porque lamentamos las desacertadas declaraciones del subcomandante de la Policía Nacional, comisario Idalino Bianconi, quien había señalado que el artefacto explosivo que detonó en la parte trasera de la sede del Canal 9, pudo haber sido colocado como consecuencia de los conflictos internos de la empresa.  
Como esas expresiones se orientaban hacia el SPP -que está acompañando cotidianamente el conflicto laboral suscitado por el despido injustificado de la delegada sindical en el Canal 9, compañera Daniela Candia-, o hacia la misma compañera, fuimos ese mismo día a hablar con el comisario Bianconi para expresarle nuestro disgusto, nuestro repudio, nuestra condena. El funcionario policial se disculpó y dijo que fue mal interpretado.

Los cebollones y el EPP

El estallido del artefacto explosivo en Canal 9, el que abrió el boquete en la pared, tiene aristas que llevan a una serie de sospechas, desde quién hasta para qué puso la bomba. En realidad, el artefacto era una bomba de estruendo. Era solamente pólvora. “10 cebollones (bomba de estruendo) son más potentes y arman un destrozo más grande”, nos dijo el comisario Bianconi.  
Nos llamó la atención que, casualmente, el guardia de seguridad del canal asignado al sitio donde explosionaron los cebollones no se encontraba en su lugar de trabajo. Después se supo que, también casualmente, la cámara de seguridad instalada en el sitio había sido retirada del lugar de la explosión, un par de días antes.  
A la Policía Nacional también le llamó la atención y Bianconi nos aseguró que los directivos del canal serán investigados. Esperamos que los directivos Marcelo Fleitas, gerente general; Gustavo Domecq, gerente financiero; Atilio Gómez Grassi, presidente del Directorio; y Carolina Vargas, Gerente de Recursos Humanos, sean realmente investigados y que la investigación llegue hasta el final.  
Un día después apareció el EPP con un comunicado que no era más que un papel tirado en la calle, que el abogado Juan Velázquez encontró, se le ocurrió levantar y leer para encontrarse nada menos que con un documento del EPP por lo que inmediatamente entregó al Canal 9. Esto no tiene viso de verdadero y ni la Policía lo acepta como tal.  
La supuesta presencia del fantasmagórico EPP es una broma de mal gusto o se pretende desviar la atención.

Imagen negativa del Canal 9

Constatando la realidad, vemos que el conflicto laboral –generado por la persecución sindical-, ha tomado estado público nacional e internacional, lo cual produce un impacto negativo en la imagen del Canal, como empresa “seria”.  
A nivel nacional, el SPP está agotando, conjuntamente con la compañera Daniela y el abogado Víctor Almada, todas las instancias administrativas y de diálogo para lograr la reposición de la compañera delegada sindical a su puesto de trabajo. Para ello, hemos propiciado varias reuniones tripartitas y bipartitas.  
A nivel internacional, las denuncias del SPP ha generado el pronunciamiento solidario de organizaciones nacionales (la CCT y varios sindicatos fraternos) e internacionales (la Federación Internacional de Periodistas (FIP), la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC), varios sindicatos de periodistas de otros países y la Confederación Sindical de las Américas (CSA), que ven en el despido de Daniela, una clara persecución sindical que viola las legislaciones laborales vigentes en nuestro país así como los convenios 87 y 98 de la OIT, suscriptos por el Estado paraguayo.  
Nos preguntamos: ¿No transforma este episodio, ya casi anecdótico, de victimarios a víctimas a los directivos del Canal 9? ¿No es una cortina de humo que desvía la atención del problema central, que es el despido injustificado de la compañera Daniela Candia y la persecución sindical? 

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